Respuesta a las declaraciones de Marco Morala sobre Ciuden y a USE sobre el PGOU
La exigencia de que el alcalde de Ponferrada, Olegario Ramón, agilice la apertura del Museo de Ciuden en las instalaciones de Compostilla I, formulada por el Portavoz del PP, Marco Morala, sólo puede ser calificada como una desfachatez de este político berciano que, en vez de regenerar la vida pública, únicamente ha venido a insultar a las ponferradinas y los ponferradinos, a los que toma por lo que no son.
Los habitantes de Ponferrada y el Bierzo saben por qué todo el proyecto de Ciuden, y particularmente el museo de la energía del edificio de Compostilla I, se encuentra como se encuentra: porque desde el año 2011 su partido, el PP, se dedicó a desmantelar todo lo que se había hecho, que era mucho, con unas instalaciones de captura y un proyecto de almacenamiento de CO2 punteras en el mundo. Todos saben que el PP no estaba dispuesto a admitir que un proyecto del que fuera presidente del Gobierno del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, pudiera servir para dar a este territorio una alternativa al carbón y emprendió un minucioso proceso de destrucción del proyecto de Ciuden, dejándolo tan malherido que lo dejó prácticamente desaparecido, hasta que el nuevo Gobierno del PSOE se propuso reflotarlo, con el gran lastre desorganizativo y de pérdida de objetivos que supuso toda la acción liquidadora del PP. De ese propósito liquidador da buena cuenta el hecho de que la obra la recibiera el PP sin tener los suministros de agua, luz y saneamiento, que son el primer paso que se ha de dar para poner en funcionamiento Compostilla I. Así que, una vez más, Morala miente al decir que la obra estaba terminada en 2018.
Venir ahora con exigencias y metiendo prisa, como hace Marco Morala, sólo indica su deriva populista y su desvergüenza política. La interlocución fluida del actual equipo de gobierno con la Ciuden, así como la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado permitirán que se den pasos reales para la puesta en valor de ese edificio.
Respuesta a USE
Respecto a las exigencias de USE de modificación del Plan General de Ordenación Urbana, PGOU, hay que hacer hincapié en que el equipo de gobierno que preside el socialista Olegario Ramón está en estos momentos ocupado y mucho en arreglar las pifias, urbanísticas y de las otras, que dejó ese tránsfuga político que es Samuel Folgueral. Pifias urbanísticas como la de la plaza Sánchez Albornoz, que es privada y cuando gobernaba USE no se preocupó nunca de solucionar el problema de esa propiedad, con el riesgo de que ahora el propietario, invocando su derecho, ponga una valla en ese espacio. Estamos intentando solucionarlo, al igual que el desaguisado del inmueble de la calle Badajoz, en el que se obligó al propietario a desalojar a los inquilinos, bajo el pretexto de que se iba a derribar para prolongar la calle, sin que hasta la fecha se haya derribado ni indemnizado a dicho propietario.
El actual alcalde no es copropietario de ninguna empresa que se dedique a temas urbanísticios que haya de resolver el Ayuntamiento. No nos parece adecuado que una empresa de un alcalde, como ocurrió en algunas ocasiones con el sr. Folgueral, intervenga en un proceso urbanístico cuya resolución compete al Ayuntamiento, ponemos por ejemplo las decisiones adoptadas en la parcela que hay frente a la Gran Manzana para la instalación de un centro comercial de gran tamaño.
O también podemos recordar actuaciones urbanísticas que beneficiaron al exalcalde que llevó al señor Folgueral al sillón regio, como cuando se bendijo la ocupación de suelo público donde había nada menos que un parterre con un seto y su correspondiente banco, y en plena Plaza del Ayuntamiento.
Esto no es volver al pasado. Creemos que es importante que las ponferradinas y los ponferradinos conozcan para que tomen sus decisiones teniendo la información necesaria, como deben conocer también que desde el primer día de mandato el equipo de gobierno está empeñado en reconducir la vida política de Ponferrada hacia la decencia y la gestión seria. El PGOU de Ponferrada se modificará, porque es un plan megalómano diseñado para una ciudad con más de 120.000 habitantes, cuando en la actualidad cuenta con algo más de la mitad. Pero todo eso debe hacerse de una forma pensada, ordenada y racional, porque un Plan Urbanístico no se hace en un día ni en un año ni siquiera en un mandato y la prisa en estos casos es muy peligrosa, porque se corre el riesgo de caer en otra chapuza como la del plan actual. Entre tanto, el equipo de gobierno irá llevando a cabo modificaciones puntuales (vía planes parciales, estudios de detalle, etc.) para, por ejemplo, cambiar la calificación del suelo del Cylog. Ningún equipo anterior se ha ocupado de hacerlo, cuando es el primer paso para pensar de una forma seria en desarrollar el Cylog.
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